Mi primera entrada fue un pequeño aperitivo de cara a mi presentación oficial en el mundo blogueril (castellanizando el término). Este blog nace con la sana intención de sacarme de ésta situación de inactividad en la que me veo sumido desde hace algún tiempo. Con él quiero sentirme algo productivo, alejarme del malvivir al que me estaba acostumbrando y compartir impresiones y experiencias vividas y por vivir. El título se lo he robado vilmente a un gran amigo con el que he escrito más de una canción y más de una buena noche. No hablaré de nada en concreto, pero de todo un poco.
Soy consciente de que hoy en día cualquiera tiene un blog, y cualquiera se cree importante, pero hay algo en la blogosfera que me gusta, ese sutil aroma a do it yourself que hace de los blogs algo, ante todo, sincero. Sinceros como un puñetazos, simples como un tirachinas y útiles como (introduzca usted aquí un objeto que sea de suma utilidad para usted para que el símil sea efectivo). Si esto sale bien, todos contentos, y si no, la verdad es que me la trae al pairo. Y hablando de traérsela al pairo, a King Tuff si que se la pica todo. Ese capullo es un puto fenómeno, imagínense si se la suda al tío que es su madre quien contesta sus entrevistas. Os aconsejo a todos que os culturicéis un poquillo escuchando sus temas y dejéis de perder el tiempo con todos esos putos grupos estruendosos que os pasáis el día escuchando mientras pensáis en vuestro próximo tatuaje o en vuestro próximo trabajo temporal.
Por otro lado, hoy, 31 de julio, es el día de mi santo, San Ignacio de Loyola. Si joder aquel soldado donjuán que después acabó formando la gloriosa Compañía de Jesús y dedicando su vida a los demás (si tiene usted la oportunidad de mandar a su hijo a un colegio jesuita hágalo, le estará eternamente agradecido). Como creo que me lo merezco y, como amante de la gastronomía que soy, lo celebraré pegándome un grandísimo homenaje junto a los míos en el restaurante que más me gusta de Cádiz, El Faro. Lo cierto es que tengo muchas ganas de inflarme a jamoncito y gambas, pero sé que la experiencia del año pasado será muy difícil de superar , ya que tuve la suerte de coincidir en el local con la mismísima NIÑA PASTORI.
Sin más dilación les dejo, sigan haciendo de sus vidas algo productivo leyendo este blog.
La verdad es que muchos se harían un favor y nos harían un favor a todos si leyesen un poco mas, ya no digo libros, sinó revistas, blogs, etc. para poder ampliar sus horizontes.
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