martes, 24 de noviembre de 2009

ya es navidad en el corte inglés

Corrían buenos tiempos. Los exámenes llegaban a su fin y la calefacción reinaba en las habitaciones de los adolescentes. Los días se hacían más cortos y, sin querer darte cuenta, una tarde llegabas a casa y empezabas a poner el árbol con tu familia mientras escuchabas el blanco de los Beatles. Las calles se llenaban de luces de colores y todo el mundo hacía grandes planes. Yo también. Recibías grandes regalos que te hacían mucha ilusión y te morías de nervios sólo de pensar en Nochevieja. Aunque lo cierto es que a mi esa noche nunca me gustó. Comidas copiosas y reuniones familiares. Bilbao de tarde, Vigo de noche. Mensajes de novias los únicos días del año que estábamos separados. Discos de Oasis envueltos para regalo, y dinero de los abuelos en los bolsillos. Cazadoras con forro y sudaderas de capucha. Bufandas de lana, villancicos en las calles. La decoración de Pórtico en Octubre, clases de guitarra el viernes por la tarde. Llamadas de fijo a móvil, y tardes de billar en Decote. Las primeras cañas, las primeras anécdotas. El concierto navideño del coro de Jesuitas, los viajes en coche y comidas en Valladolid. El último día de clase, misa en Trinitarios, pintxos para cenar y toallitas desmaquillantes. Poco queda ya de eso, pero de vez en cuando aún sonrío cuando me acuerdo de ello. Y si, este es cien por cien verídico y personal.

domingo, 15 de noviembre de 2009

que no se os atragante el café.

Todos esos imbéciles me ponen enfermo, de verdad. Tanto los de un lado como los del otro, en el fondo todos buscan lo mismo y su puta existencia está tan vacía como mi cartera un maldito domingo por la tarde. Creo que un pez muerto que se desliza por un puto desagüe tiene más vida interior que cualquiera de esos hijos de puta. Si no sabéis a quien me refiero hablo de todos esos mierdas que babosean detrás de los traseros de todas esas putas los viernes por la noche. Bien con camisa por dentro y cinturones hechos a mano o con camisetas anchas y el pelo que parece un jodido nido de piojos dispuestos a correrse en la cara de la primera que pillen. Esa gente que no se hace preguntas, que no lee libros, que sólo piensa en follar, en sustancias tóxicas y en todas esas mierdas que llenan la vida de gente de lo más triste. Opinan sobre la calidad de las diferentes variedades de marihuana, del coche nuevo que se ha comprado Jaime o de cuántas veces se tiraron a aquella ex-novia de un buen colega que aún no está al corriente. Individuos que no han escuchado un disco entero en su lamentable vida, que tampoco han sentido nada más allá de deseo carnal por vosotras y, sin embargo, aun les reís las gracias. Os recogen en motos, os cuentan mentiras, os hablan de otros, más mentiras, más mentiras y más falacias y mierda líquida. Tampoco es que me quite el sueño, pero me hace gracia. Y mientras os bebéis el café esperando una llamada que nunca llega y ellos se tragan el humo contando a los colegas lo que tú te tragaste ayer. Y se ríen. Y os ponéis nerviosas. Y lloráis. Y llamáis al amigo de turno para que os consuele. Y él desea ser el otro, pero poco sabe que nunca lo será. Esa maldita obsesión con la amistad. Muy femenina. Todo mentira. Y punto.

jueves, 5 de noviembre de 2009

diarrea verbal 1

Estaba yo considerablemente borracho intentando escribir una mierda de reflexión sobre mi vida cuando me di cuenta de que aquello era una mariconada... No hubiera dado más importancia al acontecimiento de no ser porque de fondo sonaba un tema bastante gay de Owl City, lo cual me dio que pensar por unos segundos... Sin embargo me di cuenta rápidamente de que mi tendencia sexual está definida, y de que son ELLAS las que no se dan cuenta de nada... Como os iba diciendo estaba bastante borracho, esa misma tarde dos buenos amigos me habían liado para ir a tomar unas cervezas y la cosa acabo complicándose. Cuando escribía aquel bodrio pensé en muchas personas que han formado parte de mi vida, y pensé en aquello como una especie de homenaje a toda esa gente que en algún momento consiguió arrancarme una sonrisa o me invitó a una copa en un bar indecente. Sin embargo me vinieron a la cabeza los millones de hijosdeputa que habitan este planeta y que he tenido el ''placer'' de conocer. Así que de esa manera me vi, con los ojos vidriosos, apestando a alcohol en una habitación de un piso alquilado intentando dedicar unas verbas a unas cuantas personas que probablemente fingieran estar interesadas en mi vida en algún momento de las suyas. Siempre me suelen decir lo interesante que es mi vida, y, como bien dicen Mansions, ''por eso la sigo de semana a semana como un programa de televisión''. Cuando me sueltan esas paparruchas yo simplemente sonrío y pienso dentro de mi en los cientos de miles de planes que jamás cumplo y en lo imbécil que es esa persona. De todos modos siempre es agradable encontrarme con vosotros por la noche, intercambiar unas cuantas palabras amables y, acto seguido, prometer que nos veremos pronto y haremos grandes cosas juntos. Después nunca lo hacemos. Tampoco lo haremos mañana. Y otra vez me tiraré el sábado por la tarde resacoso en mi cama viendo alguna película independiente que me decepcionará. Vosotros si que os lo montáis bien, siempre tenéis algún plan interesante, pero de ninguna manera os envidio. El otro día puse a punto la Telecaster, es un placer que vuelva a estar tan guapa. Cada día habla más clara y muchas veces pienso que es una de las pocas mujeres que ha logrado comprenderme a lo largo de mi vida. Ha sido como volver con una ex novia y que salga bien. Lamento haber estado tan lejos de ti el último año y medio, prometo que no volverá a pasar. Y mientras sigo en esa misma habitación alquilada, algo menos borracho, al mismo tiempo que los grupos con los que un día compartí escenario ponen la música a las adaptaciones al cine de best sellers para quinceañeras en celo. ''La vida es jodida'', pienso a veces, pero tampoco es para tanto. Tomo otro trago y todo sienta mejor. Me gusta que dentro de mi ya no haya ninguna envidia, ni ninguna presión provocada por algún meapilas que jamás hará nada con su vida. A veces pienso qué habría pasado si no hubieses volado por el cristal delantero de aquel coche, o si no te hubiera conocido, o si viviera en vete-tú-a-saber-donde, y pienso que está bien arriesgar. Tampoco diré que soy un aventurero, pero joder, a veces tenemos que darles un giro a los acontecimientos, sino hoy no estaría aquí borracho vomitando tres o cuatro párrafos sobre un papel, y tú, donde quiera que estes, tampoco podrías leerlo.

lunes, 2 de noviembre de 2009

UNA APUESTA POR LA DIPLOMACIA

Te deseo faldas cortas y vestidos de noche, cenas a la luz de las velas, tapicería de cuero en el coche y dry martinis de aperitivo. Que todo sea maravilloso, que te olvides muy rápido de todo y que ya no pierdas el tiempo. Que encuentres un corazón de plástico que te quiera por tu cuerpo, que te eche polvos inolvidables y que nunca hable de tus defectos. Que les cuente a sus amigos lo que hacéis en la cama y que cuando os enfadéis seas tu la que le llame poniéndote de rodillas mientras te tragas tu orgullo. Que no se te atraganten las cosas, que la vida no te de sustos, que seas el centro de atención y salgas mucho de fiesta. Que siempre tengas la razón, que lo tuyo siempre sea lo mejor y que siempre siempre tengas la última palabra. Que ya no discutas después de coger un avión, ni tengas que hacerte a la gente un hueco en tu apretada agenda. Que todo sea estupendamente estupendo y no tengas que huir de nada.

Hay veces que lo mejor que puedes hacer en la vida es adelantarte a los acontecimientos. Siempre he sido muy lento, habrá que empezar a acelerar.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Ésta ciudad es un carnaval,
un constante desfile,
de tontería y falsedad,
de ruido, colores y sinsabor.

Ésta ciudad es un carnaval,
una gran mentira,
una perfecta apariencia,
por dentro vacía.

Ésta ciudad es un carnaval,
pero yo nunca me disfrazo,
sólo tengo corazón,
y palabras para rato.