Te deseo faldas cortas y vestidos de noche, cenas a la luz de las velas, tapicería de cuero en el coche y dry martinis de aperitivo. Que todo sea maravilloso, que te olvides muy rápido de todo y que ya no pierdas el tiempo. Que encuentres un corazón de plástico que te quiera por tu cuerpo, que te eche polvos inolvidables y que nunca hable de tus defectos. Que les cuente a sus amigos lo que hacéis en la cama y que cuando os enfadéis seas tu la que le llame poniéndote de rodillas mientras te tragas tu orgullo. Que no se te atraganten las cosas, que la vida no te de sustos, que seas el centro de atención y salgas mucho de fiesta. Que siempre tengas la razón, que lo tuyo siempre sea lo mejor y que siempre siempre tengas la última palabra. Que ya no discutas después de coger un avión, ni tengas que hacerte a la gente un hueco en tu apretada agenda. Que todo sea estupendamente estupendo y no tengas que huir de nada.
Hay veces que lo mejor que puedes hacer en la vida es adelantarte a los acontecimientos. Siempre he sido muy lento, habrá que empezar a acelerar.
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