martes, 5 de enero de 2010
la cuesta de enero se convertirá en un precipicio
Despertador, café sólo, la nevera vacía, una prenda tan demodé como un chándal viejo, unos cuantos bolígrafos y montones de fotocopias. El súper a la una del mediodía lleno de señoras mayores que se roban el sitio en la cola a traición, niños en carritos nerviosos por la cabalgata y los repartos sólo hasta las tres de la tarde. Siempre hay algún que otro despistado. Comida precocinada, los Simpsons en la tele, vuelta a la cueva y propósitos fallidos. Una llamada a casa echando de menos, mucho cansancio, el tiempo que me pisa los talones y una extraña sensación cercana a la más traicionera confianza. Los Reyes Magos hoy no paran en mi casa, espero que en la tuya si.
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compadre, suerte en los examenes y que terminen pronto y bien. siempre habra dias de reyes mejores. un abrazo
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