lunes, 21 de diciembre de 2009
huyjcvgkhditr
A veces me pasa que, cuando estoy con alguien con quien generalmente tengo poca confianza o que me acaban de presentar, siento que se cree que sabe más que yo de alguna mierda. Probablemente muchas de esas personas no lo hagan con mala intención, pero es esa la sensación que me da a mi. Generalmente esas personas vienen acompañadas de un pitillo, una sensación de resaca, una apariencia cuidadamente descuidada y algún vínculo amistoso o amoroso con alguna persona que me importa. Después no solemos volver a vernos, o, si acaso, puede que alguna noche de borrachera en el lugar menos pensado. Él saluda afable desde la otra punta del local, yo muevo levemente mi cabeza hacia arriba en señal de falso colegueo. De amiguismo. Supongo que eso es mejor que preguntarle por su vida y hacer parecer que me importa una mierda. Seguro que sabes un montón sobre un montón de montones de cosas, pero me la trae bien floja. Doy por sentado que eres un gran hijoputa, y seguro que es así. Y ya me dirás tú ahora cuál es la diferencia entre tener dieciséis y veinte años. Y ya me dirás tú qué coño hago con mi vida a día de hoy. De expectativas de futuro. De mis amistades. De mi familia. ¿Tiene algo que ver?
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