lunes, 21 de diciembre de 2009

huyjcvgkhditr

A veces me pasa que, cuando estoy con alguien con quien generalmente tengo poca confianza o que me acaban de presentar, siento que se cree que sabe más que yo de alguna mierda. Probablemente muchas de esas personas no lo hagan con mala intención, pero es esa la sensación que me da a mi. Generalmente esas personas vienen acompañadas de un pitillo, una sensación de resaca, una apariencia cuidadamente descuidada y algún vínculo amistoso o amoroso con alguna persona que me importa. Después no solemos volver a vernos, o, si acaso, puede que alguna noche de borrachera en el lugar menos pensado. Él saluda afable desde la otra punta del local, yo muevo levemente mi cabeza hacia arriba en señal de falso colegueo. De amiguismo. Supongo que eso es mejor que preguntarle por su vida y hacer parecer que me importa una mierda. Seguro que sabes un montón sobre un montón de montones de cosas, pero me la trae bien floja. Doy por sentado que eres un gran hijoputa, y seguro que es así. Y ya me dirás tú ahora cuál es la diferencia entre tener dieciséis y veinte años. Y ya me dirás tú qué coño hago con mi vida a día de hoy. De expectativas de futuro. De mis amistades. De mi familia. ¿Tiene algo que ver?

lunes, 14 de diciembre de 2009

A DOMICILIO

Le llamaste a las cinco de la mañana. En la calle hacía frío, y él estaba con unos amigos tomando copas y manteniendo conversaciones amistosas con algunas niñas que se creían mujeres. Tardó en contestar, como hacen los buenos amantes, y te contó tres o cuatro mentiras. Le dijiste que estabas en casa, y que querías verle. Hacía tiempo que jugabais a eso y era de suponer que el quería su trozo del pastel. Tardó un rato en llegar, como hacen los buenos amantes, y mientras tú te impacientabas en tu salón con una copa de ginebra en la mano. Pensabas en cada palabra que le ibas a decir, cuidabas al milímetro cada movimiento previamente ensayado y te lo imaginabas una y otra vez subiendo por las escaleras del viejo edificio hasta llegar a tu apartamento. Aquello era absoluto canibalismo, era hambre que saciar, y él sería el depredador. A ti te encantaría ser la presa, no tenías ningún inconveniente en serlo y no le encontrabas ninguna pega. Alto, guapo, joven, apuesto, una mirada penetrante y cuerpo de gimnasio. Nunca te dijo que te quería, ni siquiera sabía el color de tus ojos, pero sabía lo que quería y, al fin y al cabo, eso es lo que importa.
Cuando por fin llegó todo pasó muy rápido. Abriste la puerta a toda prisa y te lanzaste a su boca. Él no dudó en seguirte, sabía muy bien lo que había. Te imaginaba diciéndole al pobre de tu novio que querías un tiempo, y se recreaba. Tenía las manos frías y los labios algo secos, como los buenos amantes, pero tú no tuviste ningún inconveniente en hacerle entrar en calor. No había más que eso, una tensión, una necesidad fisiológica, un documental de leones de domingo por la tarde. Ambos teníais ganas de carne fresca, al fin y al cabo es lo que la especia humana necesita. Después le llevaste a tu habitación, la habías perfumado y todas esas cosas, pero a él le dio bastante igual. Al minuto te tiró en la cama y te tomó con la arrogancia de un niño pequeño que se burla de un mayor en el patio del colegio. Canjeaste tres años por veinte minutos y diecisiete centímetros. Ni siquiera hubo el cigarrillo de después, el trabajo estaba hecho satisfactoriamente y consideró que era hora de marcharse. Cerró la puerta y prometió volverte a llamar. Te pusiste a llorar. Y mientras, tu recién declarado ex novio se masturbaba en la soledad de su apartamento del centro, como un niño de catorce años con poco que ofrecer. Pensaste en llamarle, sabías que lo cogería, pero ya era historia, así se lo habías hecho saber a tus mejores amigas y ellas estaban muy contentas.

jueves, 10 de diciembre de 2009

no hay nada más triste que los árboles de navidad de los parkings

Y el pobre hombre metido en la garita con un póster de su equipo favorito de la temporada 95/96. Al fin y al cabo él no tiene la culpa, la vida es cruel y la Navidad lo es aún más. Las felicitaciones de viejos amigos, las palmaditas en la espalda por la calle, la sonrisa de la dependiente del Corte Inglés. Las muestras de amor inesperadas, las ganas de recuperar el tiempo perdido, las promesas de año nuevo y todas esas cosas. Ya ni siquiera compro discos en las pequeñas tiendas del Casco Viejo, ni tengo tiempo para ir a la cabalgata. Ya no me voy a la cama nervioso por ver qué encontraré debajo del árbol la mañana siguiente, ni tampoco brindo con champagne. Tan falso como la sociedad de bienestar, la calefacción y las mantas de lana, y mientras dos mendigos brindan debajo de un puente por una vida mejor. Al menos se libran de las postales navideñas de la empresa, de ver a esa tía abuela que tan poco te gusta o de aguantar a tu puto tío que sólo habla de fútbol o de cuando era joven. Tampoco estoy vaticinando el Apocalipsis, pero son tiempos jodidos... Son días duros.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

un café en el bar de abajo

Un café en el bar de abajo. Son las diez de la mañana, y me acabo de levantar. Pido un sólo con sacarina, por eso de espabilar. El camarero no me conoce, a pesar de que vivo encima, y eso es un síntoma fatal que me indica lo mal que encamino mis días.
En la barra la prensa del día, mucha mentira junta y mucha referencia a clubes que se gastan fortunas en jugadores y a algunos presidentes más sinvergüenzas que otros. Tengo un día duro por delante, pero siempre saco tiempo para alguna sonrisa o alguna palabra agradable. Vuelvo a casa y, en el portal, puedo ver el árbol de Navidad montado por la comunidad de vecinos (si, esos que no suelen saludar) o quizás por la conserje que siempre pregunta quétaltodo?/setehacaidounacamisetaalpatiodelucesteladoy?
Lo del árbol es bastante bonito, pero, como diría mi amigo Holden Caulfield, ''Jo, ¡qué árbol más falso!'' Y es que este año poca Navidad va a haber...
En casa leo cosas de interés con el portátil (de lo poco bueno que queda ya en Internet) y preparo una presentación para ésta tarde.
Poco hay más que decir, los grupos que me gustan se separan, los autores de mis libros favoritos están muertos, los amigos que tuve un día están lejos y yo no soy un gran fan del teléfono. Las tiendas de discos están desiertas, el Spotify sigue diciéndome lo que debo comprar y escuchar y Salinger sigue siendo el puto amo.

martes, 8 de diciembre de 2009

NI YO SOY MARLON BRANDO, NI TU EVA MARIE SAINT

-Antes escribías historias bonitas -me dijiste.

Sigo sin dar continuidad a nada de lo que hago. Siempre intento cambiarlo, pero puede que sea una de esas cosas que siempre son así, como cuando un impuntual se propone llegar siempre a la hora, o como cuando algún hijoputa se propone dejar de serlo. Últimamente las cosas no me ponen de tan mal humor. Recuerdo salir a la calle a hacer cualquier cosa hace aproximadamente un año y siempre volver a casa diciendo "es la puta última vez..."
Ahora suelo sonreír bastante, me paro con la gente por la calle, digo buenosdías a las cajeras del súper y todas esas cosas que suele hacer la gente supuestamente feliz..
Pero tampoco nos vamos a engañar, la vida sigue siendo una buena patada en los huevos de vez en cuando. Mi copa siempre es la peor servida, mi habitación siempre la más ruidosa y mi ropa la que peor sienta. De vez en cuando salen canciones. Supongo que debería estar contento, al fin y al cabo hay por lo menos una veintena de mujeres ahí fuera que arden en deseos de ser MIS ÍNTIMAS AMIGAS. Soy demasiado importante para ellas como para arruinarlo todo suelen decir. Supongo que no debería estar tan contento.

jueves, 3 de diciembre de 2009

tú y tus hormonas y tus putas amistades.

Me desperté tirado en el suelo del baño de Dios. Concretamente del Dios cristiano, que es el más comprensivo a la vez del que más impone. Me preguntó qué me pasaba, me dijo que mis nuevos hábitos no eran buenos y que porqué no buscaba algo de paz en la naturaleza. Entonces me acorde de ti, y de todas tus putas amistades. No hay cosa que más me irrite que eso. Por eso bebo, bebo y olvido. Por eso me escondo de la gente, por eso me quedo en mi cuarto leyendo libros de gente como la que nunca seré. Dios no parecía entenderme demasiado, pero me ayudaba. Lo cierto es que se portó muy bien, me ofreció comida y me dijo que podía quedarme a dormir en su sofá, pero le dije que estaba muy bien en su reluciente baño y que las baldosas eran preciosas. Así que ahí estaba, debatiéndome entre la vida y la muerte con vete-tú-a-saber-qué-mierda corriendo por mi organismo intentando ganarme la batalla vital. Quise vomitar, pero el suelo estaba demasiado bonito para estropearlo, así que me lo tragué, como tantas veces había tragado mierda en mi vida. En aquel momento no pensaba en el mañana, y me daba cuenta de que el ayer se me escapaba cada vez más rápido.

-Los tiempos cambian, y la gente cambia con ellos -me dijo Él.
-Lo sé, lo sé. Y no me cuesta verlo -contesté.
-Entonces ¿a qué has venido aquí?.
-Ojalá lo supiera, pero gracias por el suelo.
-Promete que no lo volverás a hacer.
-¿El qué, venir a verte?
-Venir a verme para esto.
-Oh, lo intentaré, descuida.

Salí de aquel lugar celestial y me metí en el metro. La parada no me sonaba de nada, y mucho menos las líneas que por allí pasaban. Lo único que recuerdo es que todo era blanco y nuevo, y a medida que el tren avanzaba todo se volvía gris. Gris Oscuro. Feo. Negro.
Intenté llegar a mi casa, pero no la encontraba. Preguntaba a la gente en la noche, pero nadie hablaba mi idioma. Busqué tu numero en mi agenda y te fui a llamar desde una cabina, pero no aceptaba mis monedas.
-Tú y tus hormonas. Tú y tus amistades. Tú y tus putas amistades -me dije.
Me quede dormido en un banco y me desperté en mi casa. Fui a la cocina a por una cerveza y sonó el teléfono. Eras tú.

-¿Dónde DEMONIOS te metiste ayer?
-Si te lo dijese no me creerías.
-Está bien, ésta tarde vamos a ir TODOS a tomar algo por ahí, ¿vienes?
-No, creo que mejor me quedaré en casa, necesito relajarme.
-Bueno, está bien. Si cambias de opinión ya sabes.

Colgué. Quise llamar a Dios pero se me olvidó pedirle su número. Desde ese día no he vuelto a saber de Él, pero sé que está ahí. Si algún día lees esto, te doy las gracias de nuevo. Tienes un suelo precioso.

martes, 24 de noviembre de 2009

ya es navidad en el corte inglés

Corrían buenos tiempos. Los exámenes llegaban a su fin y la calefacción reinaba en las habitaciones de los adolescentes. Los días se hacían más cortos y, sin querer darte cuenta, una tarde llegabas a casa y empezabas a poner el árbol con tu familia mientras escuchabas el blanco de los Beatles. Las calles se llenaban de luces de colores y todo el mundo hacía grandes planes. Yo también. Recibías grandes regalos que te hacían mucha ilusión y te morías de nervios sólo de pensar en Nochevieja. Aunque lo cierto es que a mi esa noche nunca me gustó. Comidas copiosas y reuniones familiares. Bilbao de tarde, Vigo de noche. Mensajes de novias los únicos días del año que estábamos separados. Discos de Oasis envueltos para regalo, y dinero de los abuelos en los bolsillos. Cazadoras con forro y sudaderas de capucha. Bufandas de lana, villancicos en las calles. La decoración de Pórtico en Octubre, clases de guitarra el viernes por la tarde. Llamadas de fijo a móvil, y tardes de billar en Decote. Las primeras cañas, las primeras anécdotas. El concierto navideño del coro de Jesuitas, los viajes en coche y comidas en Valladolid. El último día de clase, misa en Trinitarios, pintxos para cenar y toallitas desmaquillantes. Poco queda ya de eso, pero de vez en cuando aún sonrío cuando me acuerdo de ello. Y si, este es cien por cien verídico y personal.

domingo, 15 de noviembre de 2009

que no se os atragante el café.

Todos esos imbéciles me ponen enfermo, de verdad. Tanto los de un lado como los del otro, en el fondo todos buscan lo mismo y su puta existencia está tan vacía como mi cartera un maldito domingo por la tarde. Creo que un pez muerto que se desliza por un puto desagüe tiene más vida interior que cualquiera de esos hijos de puta. Si no sabéis a quien me refiero hablo de todos esos mierdas que babosean detrás de los traseros de todas esas putas los viernes por la noche. Bien con camisa por dentro y cinturones hechos a mano o con camisetas anchas y el pelo que parece un jodido nido de piojos dispuestos a correrse en la cara de la primera que pillen. Esa gente que no se hace preguntas, que no lee libros, que sólo piensa en follar, en sustancias tóxicas y en todas esas mierdas que llenan la vida de gente de lo más triste. Opinan sobre la calidad de las diferentes variedades de marihuana, del coche nuevo que se ha comprado Jaime o de cuántas veces se tiraron a aquella ex-novia de un buen colega que aún no está al corriente. Individuos que no han escuchado un disco entero en su lamentable vida, que tampoco han sentido nada más allá de deseo carnal por vosotras y, sin embargo, aun les reís las gracias. Os recogen en motos, os cuentan mentiras, os hablan de otros, más mentiras, más mentiras y más falacias y mierda líquida. Tampoco es que me quite el sueño, pero me hace gracia. Y mientras os bebéis el café esperando una llamada que nunca llega y ellos se tragan el humo contando a los colegas lo que tú te tragaste ayer. Y se ríen. Y os ponéis nerviosas. Y lloráis. Y llamáis al amigo de turno para que os consuele. Y él desea ser el otro, pero poco sabe que nunca lo será. Esa maldita obsesión con la amistad. Muy femenina. Todo mentira. Y punto.

jueves, 5 de noviembre de 2009

diarrea verbal 1

Estaba yo considerablemente borracho intentando escribir una mierda de reflexión sobre mi vida cuando me di cuenta de que aquello era una mariconada... No hubiera dado más importancia al acontecimiento de no ser porque de fondo sonaba un tema bastante gay de Owl City, lo cual me dio que pensar por unos segundos... Sin embargo me di cuenta rápidamente de que mi tendencia sexual está definida, y de que son ELLAS las que no se dan cuenta de nada... Como os iba diciendo estaba bastante borracho, esa misma tarde dos buenos amigos me habían liado para ir a tomar unas cervezas y la cosa acabo complicándose. Cuando escribía aquel bodrio pensé en muchas personas que han formado parte de mi vida, y pensé en aquello como una especie de homenaje a toda esa gente que en algún momento consiguió arrancarme una sonrisa o me invitó a una copa en un bar indecente. Sin embargo me vinieron a la cabeza los millones de hijosdeputa que habitan este planeta y que he tenido el ''placer'' de conocer. Así que de esa manera me vi, con los ojos vidriosos, apestando a alcohol en una habitación de un piso alquilado intentando dedicar unas verbas a unas cuantas personas que probablemente fingieran estar interesadas en mi vida en algún momento de las suyas. Siempre me suelen decir lo interesante que es mi vida, y, como bien dicen Mansions, ''por eso la sigo de semana a semana como un programa de televisión''. Cuando me sueltan esas paparruchas yo simplemente sonrío y pienso dentro de mi en los cientos de miles de planes que jamás cumplo y en lo imbécil que es esa persona. De todos modos siempre es agradable encontrarme con vosotros por la noche, intercambiar unas cuantas palabras amables y, acto seguido, prometer que nos veremos pronto y haremos grandes cosas juntos. Después nunca lo hacemos. Tampoco lo haremos mañana. Y otra vez me tiraré el sábado por la tarde resacoso en mi cama viendo alguna película independiente que me decepcionará. Vosotros si que os lo montáis bien, siempre tenéis algún plan interesante, pero de ninguna manera os envidio. El otro día puse a punto la Telecaster, es un placer que vuelva a estar tan guapa. Cada día habla más clara y muchas veces pienso que es una de las pocas mujeres que ha logrado comprenderme a lo largo de mi vida. Ha sido como volver con una ex novia y que salga bien. Lamento haber estado tan lejos de ti el último año y medio, prometo que no volverá a pasar. Y mientras sigo en esa misma habitación alquilada, algo menos borracho, al mismo tiempo que los grupos con los que un día compartí escenario ponen la música a las adaptaciones al cine de best sellers para quinceañeras en celo. ''La vida es jodida'', pienso a veces, pero tampoco es para tanto. Tomo otro trago y todo sienta mejor. Me gusta que dentro de mi ya no haya ninguna envidia, ni ninguna presión provocada por algún meapilas que jamás hará nada con su vida. A veces pienso qué habría pasado si no hubieses volado por el cristal delantero de aquel coche, o si no te hubiera conocido, o si viviera en vete-tú-a-saber-donde, y pienso que está bien arriesgar. Tampoco diré que soy un aventurero, pero joder, a veces tenemos que darles un giro a los acontecimientos, sino hoy no estaría aquí borracho vomitando tres o cuatro párrafos sobre un papel, y tú, donde quiera que estes, tampoco podrías leerlo.

lunes, 2 de noviembre de 2009

UNA APUESTA POR LA DIPLOMACIA

Te deseo faldas cortas y vestidos de noche, cenas a la luz de las velas, tapicería de cuero en el coche y dry martinis de aperitivo. Que todo sea maravilloso, que te olvides muy rápido de todo y que ya no pierdas el tiempo. Que encuentres un corazón de plástico que te quiera por tu cuerpo, que te eche polvos inolvidables y que nunca hable de tus defectos. Que les cuente a sus amigos lo que hacéis en la cama y que cuando os enfadéis seas tu la que le llame poniéndote de rodillas mientras te tragas tu orgullo. Que no se te atraganten las cosas, que la vida no te de sustos, que seas el centro de atención y salgas mucho de fiesta. Que siempre tengas la razón, que lo tuyo siempre sea lo mejor y que siempre siempre tengas la última palabra. Que ya no discutas después de coger un avión, ni tengas que hacerte a la gente un hueco en tu apretada agenda. Que todo sea estupendamente estupendo y no tengas que huir de nada.

Hay veces que lo mejor que puedes hacer en la vida es adelantarte a los acontecimientos. Siempre he sido muy lento, habrá que empezar a acelerar.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Ésta ciudad es un carnaval,
un constante desfile,
de tontería y falsedad,
de ruido, colores y sinsabor.

Ésta ciudad es un carnaval,
una gran mentira,
una perfecta apariencia,
por dentro vacía.

Ésta ciudad es un carnaval,
pero yo nunca me disfrazo,
sólo tengo corazón,
y palabras para rato.

viernes, 30 de octubre de 2009

la importancia de saber perder

estaba en mi habitación esa mañana, observando el hueco que dejaste en ella al marcharte. por mi cabeza pasaban cientos de miles de planes de futuro como noches de viernes en el cine, viajes a capitales europeas, sexo con amor o cenas románticas en restaurantes decentes. luego pasó lo de siempre, el recado a traición y un cúmulo de excusas. -tampoco es para tanto -pensé yo-, pero puede que si lo fuera. en veinte minutos tiraste abajo todas las sonrisas y besos de esa noche, y no es que lo hicieras de una manera muy sutil. hoy es viernes por la noche otra vez, y sigo en esa habitación. el hueco es aún mayor y lo único que queda de ti es tu olor en las sábanas, pero sería demasiado poético decir que no me deja dormir. tengo un libro de bukowski encima de la mesilla de noche y alguna que otra idea para una canción. tú tienes una el móvil repleto de mensajes de tíos mejores que yo. tengo ganas de sentar la cabeza y dejar el alcohol. tú quieres que te follen a traición en casa de un desconocido, y mañana no volverlo a llamar. quiero que alguien me llame para tomar un combinado en un sitio sin ruido. tu quieres beber el peor alcohol que haya para no acordarte de nada mañana. en el fondo mi cabeza tenía razón, tampoco es para tanto.

lunes, 19 de octubre de 2009

¿De verdad crees que alguien se va a acordar de ti cuando te mueras? Si crees que si es que te planteas tu existencia del modo equivocado... Piénsalo joder, tu mejor amigo se folló a tu ex novia un par de días después de que te dejase (y aún te haces el tonto con él), has dejado de hacer deporte y te estás empezando a poner fondón, tu trabajo es bastante peor que el de la mayoría de tus amigos y hace bastante que no echas un buen polvo. Tienes que saber que lo que de verdad mueve el mundo es el morbo, y que tu visión peliculera de la vida no te lleva a ninguna parte. Ya no queda sitio para los románticos, ni para los débiles. Ahora sal a la calle con ganas de hacer daño; róbale el sitio a las viejas en el metro, destroza el mobiliario urbano, para las escaleras mecánicas del centro comercial y tírate a la primera que pase prometiéndole el mundo y luego no la vuelvas a llamar (que, en el fondo, es lo que más les gusta).

Lo cierto es que he intentado comprenderos, pero todo vuestro rollo me parece muy patético. Ahora, para despedirme, parafrasearé al eterno Jesse Lacey: ''It's funny how your worst enemies always seem to turn out to be all of your best friend's best friends''.

Buen lunes para todos, enserio.

viernes, 16 de octubre de 2009

CUÁNTO MAL HIZO LA ENSEÑANZA LAICA

Niñas, será mejor que empecéis a hacer algo con vuestras tristes vidas porque con esa cara muy lejos no vais a llegar... Defensoras de la causa perdida, abogadas del diablo, facilonas mediocres, chicas de ''con un par de copas me la follo'' y adictas al melodrama. Escandalosas como pocas, increíblemente poco atractivas, hijas de la primera generación de universitarios de la familia, iletradas porreras, activistas de nada y simpatizantes de todo. Verdaderas culpables del arrepentimiento masculino del día después, protagonistas de vidas de todo a cien.
No me gusta caer en lo vulgar pero, vosotras sois la causa de que exista la píldora del día después.

martes, 29 de septiembre de 2009

COMO EN LAS PELÍCULAS AMERICANAS

Chico déjalo ya porque nada es como tú pensabas... Aquí no marcas el tanto que da la victoria en el último minuto, ni te quedas con la chica, ni le robas el dinero del almuerzo a la gente ni desayunas tortitas con sirope... Aquí no hay baile de graduación y Robert no está para tocarte los cojones ni presumir de su Chevrolet Camaro... Aquí Jessica no es la hija angelical del director de la escuela, sino la cajera del super de la esquina, aquí no puedes ir en coche al instituto salvo que seas un fracaso escolar y tu grupo nunca llega a comerse un moco. Aquí no sacrificas tu futuro por cumplir tus sueños ni te refugias en la casa del árbol cuando quieres huir de los problemas. Aquí bebemos en la calle, fumamos como carreteros, tenemos cerveza en los McDonald's, follamos con calcetines y los domingos vemos el fútbol. Y, si te digo la verdad, estamos cien mil veces mejor así.

viernes, 25 de septiembre de 2009

TEMITA FINO

Hace un par de días, mi amigo Pabler me enseñaba su nuevo proyecto, llamado UN DÍA EN ELCHE. La verdad es que es un blog fantástico, no sólo por el contenido útil, sino por todo el corazón que le pone Pabler al hablar de la ciudad que no le vio nacer pero sí crecer y, de la cual, se ha llegado a sentir dueño y señor. Algo así me pasa a mi con Vigo, la ciudad que me vio crecer y que, poco a poco, se ha ido convirtiendo en mi hogar. Esa sensación de nunca aburrirte, de siempre poder improvisar algún plan, de poder ir andando a cualquier lugar, de conocerte hasta el último garito o de llegar a creerte su propietario es algo que sólo se puede experimentar en lo que algunos se empeñan en llamar ciudades de provincia. Ahora vivo en Barcelona, y tendrá todas las cosas que tú quieras y será tan moderna y europea como queráis, pero ¿dónde queda el alma y la sencillez de una ciudad pequeña? Saludar a la gente, encontrarte en los bares, conocer a todo el mundo...

Volviendo al tema principal, Elche es una ciudad que significa mucho para mi. Tengo que reconocer que sólo he estado allí una vez, y que ni siquiera llegué a visitar El Huerto del Cura, pero la ciudad de las palmeras tiene un aroma especial que engancha desde que uno llega. Supongo que una parte importante de la culpa la tendrán los buenos amigos que tengo en la ciudad, hablo de Pablo, Álex, Paquito, Rafa, Carlos... También tiene gran culpa el arroz con costra (en especial el de la abuela de Pabler) y las muchas risas que me regaló Santa Pola. Ese verano de 2007 que resulta, a la vez, tan lejano y tan cercano. Y lo cierto es que si, hay cosas que han cambiado. Ni Pabler ni yo tenemos grupo, y yo escucho más a Wilco que a All Time Low, pero en el fondo todo sigue igual. Temita fino amigos, temita fino.

jueves, 24 de septiembre de 2009

sonríes

Sonríes porque empieza el día, porque sale el sol, porque queda zumo en la nevera y porque estás de vacaciones. Sonríes porque tienes planes, porque ella vendrá y porque últimamente, no sabes como lo haces, pero todo sale bien. Sonríes porque hoy ves a tus amigos, y porque en el bar ha sonado esa canción. Sonríes porque ha ganado tu equipo, porque tienes dinero en la cartera y porque anoche le diste todo el placer del mundo a aquella chica que se lo merecía.
Pero, al fin y al cabo, sonríes porque otros lloran.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Me pasaba el día jodido pensando dónde coño podrías estar. Quizás con tus amigas tomando un vino en algún sitio del centro, en alguna exposición acompañada por uno de tus amigos gays, cenando en un restaurante caro con algún joven abogado que trabaja en un prestigioso bufete o, peor aún, follándotelo sin ningún tipo de escrúpulo sobre algún mueble de diseño de su loft. Y mientras yo ahí estaba, sin nada que hacer y sin ningún tipo de ilusión por nada. Me metía en la cama y no conseguía sacarme toda esa mierda de la cabeza... Pensaba en ti y en todo lo que brillaba a tu alrededor, tu vida de ensueño, tu cuerpo de gimnasio, el dinero en la cuenta bancaria, las compañías que tus padres se esperaban de ti y un montón de eso que algunos se empeñan en llamar ``sexo sin compromiso´´. Te ofrecían cenas a la luz de las velas y copas en la terraza de un hotel, mientras que yo estaba en aquel piso de mierda borracho y cantando Mansions a las dos de la mañana, y mientras en la tele una porno sin volumen...

Me preguntaba qué había sido de mi, de aquel chico del grupo que sacaba buenas notas y al que todo el mundo quería. Ya ni saludaba por la calle, y evitaba a las amigas de mi madre y sus típicos: ``¿Qué tal el grupo? ¿Y la universidad?´´. Me miraba al espejo y no me veía, me oía hablar y no me escuchaba, y si algo me recordaba a aquellos días me hundía aún más. Me sentía pequeño, inútil, sin ningún tipo de cometido en la vida y totalmente prescindible en ese mundo en el que un día había sido alguien. Todas esas noches, olvidando quien era, sintiéndome peor... Todas esas noches son historia.

viernes, 11 de septiembre de 2009

MUCHAS NOCHES, NOCHES MUCHAS

Toda esa mierda del karma, de atraer energías positivas, de ver el vaso medio lleno y no medio vacío... Yo nunca había creído en esas cosas, y tampoco es que lo haga ahora, pero estoy en una nueva dinámica totalmente positiva.
Y la verdad es que ahora siempre veo el vaso medio lleno, sobretodo por las noches, más concretamente cuando me acerco a la barra a decirle a la camarera la frase que algún día espero se dignen a poner en mi epitafio: ''Ginebra con tónica, por favor''.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Me gustaría poder decir que escribí esto en una servilleta de papel en un bistró parisino, o en una Moleskine mientras sobrevolaba el océano Atlántico, pero, gracias a Dios o por desgracia, no es así. Como mucho lo escribí en el bloc de notas de un portátil que ni siquiera es mío, o esperando a que se calentase mi pizza precocinada en el horno o en un vuelo de bajo coste rodeado de guiris borrachos. Son los últimos días del verano, y no siempre sale el sol, y si lo hace yo no me doy cuenta de que es día de playa. Y me jode estar sentado al sol discutiendo, porque no era mi intención, y estoy seguro de que tampoco la tuya. Y lo siento por cualquier frase malsonante, o por cualquier interpretación errónea, pero ya no se que más decir. Ojalá pudiésemos parar el tiempo, o pasear por el mundo hasta el fin de los días sin ninguna preocupación. Ojalá hiciésemos ese viaje, o viviésemos en esa ciudad. Ojalá tuviese ese coche, ojalá ese apartamento de verdad. Pero mientras nos queda esto, que tampoco está tan mal.

domingo, 30 de agosto de 2009

Lo cierto es que en su momento pudisteis conmigo. ``Un chico de provincia en una gran ciudad´´, pensabais. Os creíais la hostia, salíais los jueves por la noche a discotecas de moda, saludabais a chicas guapas a las que nunca os llegaríais a follar, os reíais de todo aquel que os parecía diferente y lo cierto es que vuestras novias eran más bien pijas feas y malfolladas. ¡Qué poco mundo teníais por Dios!, ni siquiera los cursos de inglés en California os valieron de algo. Bebíais whisky escocés con cola en casas de niñas ricas mientras tratábais de impresionarlas, pero érais tan cutres que ni siquiera llevabais los hielos. Mientras tanto sus novios de veintitantos se reían en vuestra puta cara. Y yo lo observaba todo, al principio con recelo. Os envidiaba, joder el rollo que llevabais, la ropita de importación y los cuerpos esculpidos en el gimnasio. Pero de pronto todo se desvaneció. Ya nadie os ríe las putas gracias ni se cree vuestras historias. Vuestras bromas no resultan graciosas, vuestros planes no resultan nuevos, no engañáis a nadie, y mucho menos a mi. Toda vuestra vida patética y superflua, vuestras mentiras que transformáis en realidad. Aún me veo llorando en mi habitación con toda es mierda comiéndome por dentro, sin un ápice de confianza en mi mismo, dentro de esa gran mentira que era mi vida. Esa vida que vosotros quisisteis para mi.

domingo, 2 de agosto de 2009

A QUIEN MADRUGA, DIOS LE AYUDA

Ricardo se levanta cada mañana a las siete y media. Ignora a la afortunada que ha yacido con él esa noche y se va directo a la ducha. Escucha a Carlos Herrera mientras el agua caliente con gel de baño se desliza rápida sobre el mármol de la bañera. Después elige uno de sus trajes confeccionados a medida en Reino Unido y se dirige a la cocina. Allí desayuna pan tostado con aceite y jamón serrano. Bebe café solo, como los hombres de verdad, y ojea rápidamente las páginas del diario El Mundo. Ya en el garaje arranca su Jaguar y pone rumbo a su despacho. Allí lo reciben su atractiva secretaria María, que lo desea en todo momento, y sus trabajadores. Ricardo siempre es de los últimos en llegar y el primero en irse. Después de una larga mañana de transacciones, llamadas al extranjero, reuniones con altos cargos y sonrisas a las señoritas se va a almorzar a un restaurante cercano. Lo hace andando. Allí lo reciben efusivamente, con reverencias y palmadas en la espalda. Come con dos amigos con los que se cita allí dos veces por semana. Hablan de negocios, de su época juntos en la universidad y de mujeres. Pablo se acaba de casar y Miguel está a punto, mientras que Ricardo sigue paseando su labia por las discotecas y los clubs más exclusivos. Planean un viaje todos juntos a Ibiza la próxima Semana Santa y fijan la hora del partido de pádel del jueves por la tarde. Acto seguido se despiden, no sin antes permitir que Pablo, que es el que paga los martes, haga lo propio.

La tarde pasa rápido y Ricardo abandona el despacho a las seis y media. Se reúne con una jovencita en un café del centro y hablan durante un par de horas acompañados de varios gin tonics. Se va haciendo tarde y se despide, no sin antes recordarle ella que al día siguiente han quedado para cenar y ``o que surja´´. Ricardo coge el coche y se dirige a su chalet en las afueras. Mientras escucha el nuevo disco de Bruce Springsteen y habla por el móvil a través del bluetooth. Al llegar a la urbanización habla con los conserjes, que le piden entradas para el próximo partido del Real Madrid, y saluda a los vecinos amistosamente. Ya en casa se sienta en su sofá de cuero de diseño y se relaja un poco. Se sirve un whisky con hielo y ve las noticias en su televisor de plasma. En ese momento aparece en escena Nancy, la asistenta, que le lleva la cena. Dos sándwiches vegetales en pan integral, un zumo de naranja recién exprimido y dos yogures de fibra. Al acabar los deportes se levanta y visita el excusado, mientras defeca lee revistas masculinas y de yates. Al acabar se mete en la cama y, entre las sábanas de lino, se encuentra a la señorita con la que compartió la noche anterior. Él no recuerda su nombre pero si sus buenas dotes amatorias, por lo que permite que ésta le practique una sutil felación mientras ve la vuelta del Juventus – Real Madrid. Al cabo de unos minutos su equipo marca el primero, -ha sido Raúl-, como siempre. El partido acaba con victoria de su equipo y, para celebrarlo, descorcha una botella de Don Perignon que se bebe junto a la bella joven. Después practican el sexo (Ricardo no suele hacer el amor) durante un par de horas y se queda dormido. A las siete y media suena el despertador, y ya sabemos todos como sigue.

viernes, 31 de julio de 2009

DÍA 2

Mi primera entrada fue un pequeño aperitivo de cara a mi presentación oficial en el mundo blogueril (castellanizando el término). Este blog nace con la sana intención de sacarme de ésta situación de inactividad en la que me veo sumido desde hace algún tiempo. Con él quiero sentirme algo productivo, alejarme del malvivir al que me estaba acostumbrando y compartir impresiones y experiencias vividas y por vivir. El título se lo he robado vilmente a un gran amigo con el que he escrito más de una canción y más de una buena noche. No hablaré de nada en concreto, pero de todo un poco.

Soy consciente de que hoy en día cualquiera tiene un blog, y cualquiera se cree importante, pero hay algo en la blogosfera que me gusta, ese sutil aroma a do it yourself que hace de los blogs algo, ante todo, sincero. Sinceros como un puñetazos, simples como un tirachinas y útiles como (introduzca usted aquí un objeto que sea de suma utilidad para usted para que el símil sea efectivo). Si esto sale bien, todos contentos, y si no, la verdad es que me la trae al pairo. Y hablando de traérsela al pairo, a King Tuff si que se la pica todo. Ese capullo es un puto fenómeno, imagínense si se la suda al tío que es su madre quien contesta sus entrevistas. Os aconsejo a todos que os culturicéis un poquillo escuchando sus temas y dejéis de perder el tiempo con todos esos putos grupos estruendosos que os pasáis el día escuchando mientras pensáis en vuestro próximo tatuaje o en vuestro próximo trabajo temporal.

Por otro lado, hoy, 31 de julio, es el día de mi santo, San Ignacio de Loyola. Si joder aquel soldado donjuán que después acabó formando la gloriosa Compañía de Jesús y dedicando su vida a los demás (si tiene usted la oportunidad de mandar a su hijo a un colegio jesuita hágalo, le estará eternamente agradecido). Como creo que me lo merezco y, como amante de la gastronomía que soy, lo celebraré pegándome un grandísimo homenaje junto a los míos en el restaurante que más me gusta de Cádiz, El Faro. Lo cierto es que tengo muchas ganas de inflarme a jamoncito y gambas, pero sé que la experiencia del año pasado será muy difícil de superar , ya que tuve la suerte de coincidir en el local con la mismísima NIÑA PASTORI.

Sin más dilación les dejo, sigan haciendo de sus vidas algo productivo leyendo este blog.

jueves, 30 de julio de 2009

primer síntoma de inspiración en siete meses.

estoy hasta los cojones del barça, del tuenti, del messenger, del islamismo radical, de los animales,de los atentados veraniegos, de las hardcore crews, de los tatuajes, de las modas,
del sufijo core, del nacionalismo, de las feas, de los horteras, del veganismo y vegetarianismo, de las faltas de ortografía, de la enseñanza pública, de los nuevos ricos, de mi ordenador,del wi-fi,
de zp, de patxi lópez, de las pausas publicitarias durante los simpson, de no tocar, del formato dvd, de los''músicos'' que rotan de grupo en grupo, de los estados unidos, de la gente que se cree que estamos en estados unidos (yo lo llegue a creer), del moshpit, de los conciertos, de los abstemios, de los pedales de distorsión, del fotolog, de los mercedes viejos de los orensanos, de no llamarle a las cosas por su nombre, de afinar, del fib, de montar muebles de ikea, del anticapitalismo, de los hippies, de las rastas, de los pendientes, de laporta, de las salas de conciertos mierdentas, del marisco congelado, de las verduras, de la pretemporada, de hacer
cola, de la gente que habla mal inglés, de la crisis, de la formula 1, del tour, de los posturas, del myspace, de firefox, de la gente con cámaras caras, del estado laico, del móvil y de ti, cabrón!

sin embargo me pone muy contento risto mejide, mi hermana, jose maría aznar, la playa, ver sálvame, los smiths, mi piso,el opencor, la guía michelín, leer el mundo, las guitarras guapas, leer, mario conde, florentino pérez, la cruzcampo glacial, el arroz del señoret, la ginebra citadelle, sarkozy, berlusconi, hombres y mujeres y viceversa, la liga europa, el flamenquito, los boquerones, built to spill, vaya semanita, quique gonzález, las corridas de toros, el nuevo
campo del español de barcelona, el aire acondicionado, las toallas recién lavadas, las tortillitas de camarón, la música sin complejos, la gaseosa, la barba de tres días, el mar, la vice, king tuff, la noria, ir al casino, ver a los amigos, jugar al póker, follar, las pijas,fumarme un puro, tarifa, leer el marca, el jamoncito, cádiz, brand new, ver el athletic y no verte a ti, cabrón!